Audiolibros: cuéntame un cuento

Miguel Ángel Barroso

Una nueva forma de consumir literatura agita el mercado editorial. Los audiolibros desembarcan en España de la mano de potentes plataformas, y grandes voces recitan nuestras novelas, ensayos y poemas favoritos

Jonathan Harker comienza a narrar su aventura en el corazón de los Cárpatos para cerrar una transacción con un misterioso noble transilvano. No es una voz neutra, casi robótica, al estilo GPS del coche lo que suena en el reproductor, sino una voz profunda, pero también cercana y seductora, que se apropia de la novela de Bram Stoker y arranca con el viaje a través del desfiladero del Borgo hacia una de las zonas más salvajes de Europa. Es como la lectura de un amigo en una reunión grupal junto a una chimenea donde crepita el fuego. Da igual lo numerosa que sea la audiencia: la impresión final es que se trata de un cuento privado y terrorífico solo para tus oídos. «En un trabajo así, íntimo y personal, tienes que condensar todos tus aprendizajes», confiesa el actor -y aquí narrador- José Coronado, que es Harker, Drácula, Van Helsing… (Sol de la Barreda, directora del audiolibro, ha prestado su voz a Mina). «No basta con una buena dicción, tienes que excitar la imaginación del oyente, expresar las emociones de los personajes, modular voces distintas. Es un reto apasionante para un contador de historias». Un ‘Drácula’ diferente, pero igual de intenso.

Tradición oral

Antes de la invención de los libros en modestos soportes -tablillas de arcilla o junco de papiro-, y también después, cuando el efecto Gutenberg multiplicó las posibilidades del ‘negro sobre blanco’, la tradición oral ha salvado del olvido los versos de los poetas, desde los aedos y rapsodas de los tiempos de Homero hasta la Edad Media, con los juglares haciendo sus ‘performances’ en las plazas públicas y los salones de los castillos, pasando por los bardos celtas y los escaldos escandinavos. En las tabaquerías cubanas se introdujo la lectura en voz alta en el siglo XIX con el fin de hacer más llevaderas las largas jornadas de los torcedores de puros: organizaban una colecta para liberar a uno de ellos, que se encargaba de la recitación; entre sus piezas favoritas estaban las de Alejandro Dumas, y de tanto contar las aventuras de Edmundo Dantés surgió la famosa marca de habanos Montecristo. Tras la Guerra de Secesión, el capitán Kidd (Tom Hanks) se gana la vida leyendo periódicos a diez centavos por oyente en una polvorienta Texas en el filme ‘Noticias del gran mundo’ (2020), de Paul Greengrass, reciente estreno en Netflix. Pero no es necesario buscar más ejemplos de cuentacuentos cuando una inmensa mayoría de nosotros ha ejercido este oficio bajo la luz de una lamparita.

Caladero sin explotar

La historia de los audiolibros va ligada a la propia historia de la grabación, y adquiere vuelo en los felices años 20 del siglo pasado de la mano del fonógrafo. La evolución de los soportes es por todos conocida: vinilos, cintas magnetofónicas, casetes, discos compactos, audio comprimido y plataformas digitales. El mundo anglosajón -especialmente Estados Unidos– ha disfrutado de los audiolibros desde hace tiempo como acompañamiento en los largos trayectos en coche o durante las labores domésticas o sesiones de gimnasio. Es decir, como parte de la multitarea: entretanto, cuéntame un cuento. En México cuajó por ósmosis. También en el norte de Europa y en Alemania triunfó la oralidad como acceso a la literatura, incluso como herramienta educativa. Faltaba su introducción en los países mediterráneos, singularmente en España, donde ya existía una tradición radiofónica y los ‘podcast’ empezaban a hacerse un hueco.

Tras su gran acogida en los países anglosajones y nórdicos, el formato desembarca en España con fuertes campañas y perspectivas de éxito

Un caladero sin explotar, los nuevos formatos (bluetooth, mp3 y otros compresores de audio digital, olvidémonos prácticamente del soporte físico) y el modelo televisivo de suscripción (con precios similares, entre diez o doce euros al mes, y la posibilidad de ‘picotear’, de entrar y salir), exportable al caso que nos ocupa, animaron el desembarco de grandes plataformas internacionales en nuestro país a finales de la pasada década, con potentes campañas publicitarias. Con matices, funcionan como una librería -las aplicaciones pueden descargarse en el móvil- con contenidos licenciados por editoriales, o bien coproducciones o creaciones propias, algunas con textos originales, cuyo coste puede superar los 5.000 euros.

José Coronado en plena acción. Ha narrado ‘Drácula’ y cuatro libros de Sherlock Holmes. Y tiene más encargos

El sector -reacio a facilitar datos de negocio- aspira a que estos productos superen a corto plazo el 10 por 100 de la facturación mundial del mercado editorial, alcanzando los 3.500 millones de dólares, según un estudio de Deloitte de diciembre de 2019. En España las cifras todavía son modestas: el 3 por 100 de la población de 14 o más años escucha audiolibros con frecuencia al menos trimestral (un 1,3 por 100 lo hace habitualmente, como poco una vez a la semana), según el último informe sobre hábitos de lectura de la Federación de Gremios de Editores. La facturación se acerca a los 10 millones de euros, duplicando la cifra de 2018. Hace un lustro se ofertaban 3.000 títulos en español. Hoy se superan los 12.000 y no hay género que no esté representado, desde la narrativa al ensayo, pasando por la poesía o el cómic. Clásicos de hoy y de siempre y creación de nuevo cuño. Si el audiolibro ha llegado para quedarse, lo sabremos pronto.

Juan Baixeras, gerente de Audible en España, no tiene dudas. «La experiencia es envolvente y apela a nuestra capacidad de asombro», explica. «La pandemia ha ayudado a impulsar una iniciativa que ya venía demostrando grandes posibilidades. La gente está cansada de pantallas. Escucha el audiolibro mientras camina, compra, cocina, hace ejercicio… Se mueve más, incluso, para apurar un capítulo, porque al oírlo de boca de un gran narrador se intensifican las emociones. En la creación de nuestro catálogo estamos muy involucrados con el ecosistema creativo español, por la apuesta de grandes voces cercanas que eliminan barreras». Michelle Jenner narra ‘Alicia en el País de las Maravillas’; Leonor Watling, la saga de ‘Harry Potter’; Juan Echanove, ‘El corazón de las tinieblas’; Maribel Verdú, ‘Emma’; Juan Magraner, ‘Patria’…

Audible surgió hace 25 años en Estados Unidos como ‘start-up’ gracias a la iniciativa de Don Katz, periodista de ‘Rolling Stone’. En 2008 la empresa fue adquirida por Amazon. Ofrece un catálogo de más de 90.000 títulos entre audiolibros, ‘podcast’ y audioseries, 10.000 de ellos en español. Ficción, misterio, suspense, ciencia ficción, fantasía, desarrollo personal o biografías son los géneros preferidos por los clientes.

Hombre orquesta

Además de ‘Drácula’, José Coronado ha grabado para esta plataforma cuatro volúmenes de Sherlock Holmes. Cuando escuchamos su apasionada descripción del páramo, la ciénaga y las colinas graníticas de Devonshire donde transcurre la trama de ‘El perro de los Baskerville’ es imposible no estremecerse. En la agenda, ‘El gran Gatsby’, de F. Scott Fitzgerald. Cuando oficia de ‘hombre orquesta’ reconoce que lo más difícil es poner voz a las figuras femeninas. Su protocolo de trabajo es así: «Primero, una lectura del texto. Después, marco el libro con diferentes colores para diferenciar los personajes. Después, sesiones de cuatro o cinco horas de grabación en el estudio, donde parece que te subes a una tabla de surf. Es una forma muy atractiva de llevar la cultura a todo tipo de públicos, especialmente a los más jóvenes». Casi la mitad de los que escuchan audiolibros en España tiene menos de 35 años.

En algunos países ya se experimenta con el modelo del ‘audio first’, primero el audiolibro y, dependiendo de su aceptación, después el papel

José María Pou puso su talento y su imponente físico al servicio del capitán Ahab en un ‘tour de force’ que parecía imposible: llevar a las tablas ‘Moby Dick’. La novela de Herman Melville ha marcado al actor catalán, que después de la versión teatral se atrevió a narrarla (30 horas de grabación). «A finales de los años 60 estaba en Madrid haciendo la mili y estudiando arte dramático con Francisco García Pavón. Entonces la ONCE tenía un servicio de libro hablado y tuve la oportunidad de participar en algunas de esas grabaciones. Hacían copias en casete y las vendían en la oficina de la calle Prim. Fue una iniciativa pionera. En mis viajes a Londres siempre compraba audiolibros, me ayudaban a practicar inglés».

Neus Sendra, narradora profesional (‘Nada’, de Carmen Laforet, o ‘El tiempo entre costuras’ y ‘Sira’, de María Dueñas, están entre sus creaciones), no quiere entrar en polémica sobre el fichaje de ‘celebrities’. «Cobran más, vale, pero su aportación nos da visibilidad. ¿Ensayar? No suelo hacerlo. Esto no es teatro. Aunque sí hago repeticiones hasta que le cojo el tranquillo. Cada texto es diferente y necesita un tono distinto. Empecé con los cuentos de Ana María Matute, que permiten una lectura fluida, y hallé más dificultad con Virginia Woolf y ‘La señora Dalloway’, alta literatura con un punto poético».

Maribel Riaza es responsable del control de contenidos propios en Storytel España, empresa sueca que aterrizó en el mercado hispanohablante en 2017 después de su éxito en los países nórdicos. Aporta un dato sorprendente: el 52 por 100 de la facturación de los editores de Suecia procede de los audiolibros. En el mundo anglosajón se experimenta con el modelo del ‘audio first’, primero el audiolibro y, dependiendo de su aceptación, después el papel.

Javier Gutiérrez nos cuenta ‘El Principito’

En Storytel es posible combinar el audio con el eBook, es decir, pasar de un soporte a otro retomando el relato donde se dejó. Detalles como este han hecho que el audiolibro se perciba no como una amenaza, sino como un aliado del libro físico. Un millón y medio de suscriptores a nivel global, 4.000 audiolibros editados en España (una treintena de ellos originales) y un 240 por 100 de incremento de clientes en este tiempo de pandemia son datos que aporta la compañía. «El reclamo de voces conocidas es importante al principio», apunta Maribel Riaza (Javier Gutiérrez narra ‘El Principito’, por ejemplo). «Luego, ya da igual, y tenemos actores de doblaje excepcionales, como Ramón Langa (inconfundible voz en castellano de Bruce Willis y Kevin Costner)».

Kobo, con sede en Toronto y propiedad de la firma japonesa Rakuten, nació en 2009 como la plataforma de lectura digital de Indigo, la cadena de librerías más importante de Canadá. En 2017 incorporó audiolibros y, un año después, lanzó su oferta en España. Hoy Kobo tiene en formato eBook y audiolibro más de seis millones de títulos y lectores en 190 países. En español disponen de autores superventas, como Arturo Pérez-Reverte, Javier Cercas… y títulos como el Premio Nacional de Ensayo, ‘El infinito en un junco’, de Irene Vallejo, o el Premio Planeta ‘Aquitania’, de Eva García Sáenz de Urturi.

«En este último año hemos observado un gran cambio en España. Cerca del 90 por 100 de internautas ya sabe qué es un audiolibro y más de la cuarta parte ha probado el formato», comenta Silvia Clemares, gerente de contenidos de Kobo para España, Portugal y Latinoamérica. «El catálogo disponible está aumentando tanto por el interés de editores como de autores. Durante el confinamiento, el consumo de audiolibros se incrementó un 220 por 100 a nivel mundial. El público español empieza a descubrir sus ventajas. A la persona lectora, el audiolibro le permite ampliar el tiempo que dedica a su afición o simultanearla con otras actividades. A la no lectora, le facilita el acceso a la literatura, ya que es un formato menos exigente e intimidatorio».

Series de éxito también tienen su versión en audiolibro. Najwa Nimri y Maggie Civantos graban ‘Vis a vis’

Algunas editoriales han visto una oportunidad y coeditan con las citadas plataformas. Es el caso de los distintos sellos del Grupo Planeta, agrupados en Planeta Audio para unificar criterios, que produce audiolibros desde 2017 (unos 1.500 en catálogo) además de libros electrónicos (desde 2010, a razón de dos mil al año). «Hemos cuadruplicado las escuchas en 2020. ¿Por la pandemia? Más bien por las campañas de publicidad», explica Laura Guilera, responsable del catálogo digital de Planeta. «No hay muchas escuchas de gente sentada en un sofá. Sí de clientes que combinan los dos formatos: en casa leen y en tránsito escuchan».

No solo grandes transatlánticos, sino editoriales independientes tienen el audiolibro como objetivo. Blanca Rosa Roca, directora de Roca Editorial, confiesa que «hace doce años me puse en contacto con Audible y estaban interesados en títulos nuestros». Ya han licenciado varios, entre ellos la saga de ‘Arsène Lupin’, libros de John Verdon o novedades como ‘La memoria eres tú’, de Albert Bertran. «Sí, tiene futuro. El público se acostumbrará. Yo me he acostumbrado».

Los autores, encantados con la experiencia

Hay pocos escritores, desde los consagrados a las jóvenes promesas, que no tengan algún título disponible en este formato. Pero… ¿les gusta o desconfían? «Nuestra experiencia nos dice que están encantados», señala Laura Guilera, de Planeta Audio. «Con el libro electrónico costó que no lo vieran como competencia del papel o una ventana para que entrara la piratería. Con el audiolibro no ha pasado esto». «Los autores reciben un ‘feedback’ muy positivo de sus fans y se muestran satisfechos de que su obra sea también escuchada», añade Juan Baixeras, de Audible. Maribel Riaza, de Storytel, confiesa que «algunos quieren leer su propio libro y hay que decirles amablemente que no. Esto no es ‘leer en alto’, exige un gran esfuerzo y técnica durante horas. Con obras de autoficción, puede ser».

Luna Miguel, por ejemplo, ha recitado ‘El arrecife de las sirenas’. Elvira Lindo y Rosa Montero también han leído sus propios textos. Otros, como Elia Barceló, recitan la introducción, y los hay que proponen a un narrador, como el caso de Eduardo Mendoza con Jordi Brau. ‘Sapiens’, de Yuval Noah Harari, está entre los más escuchados. Neil Gaiman está contento con el audiolibro de su cómic ‘The Sandman’. En la versión española hay un elenco de casi 70 voces -con Carlos Bardem como narrador principal- y banda sonora y efectos especiales que crean una atmósfera cinematográfica.